La villa ha vivido hoy una intensa jornada festiva con motivo del Día del Niño, que ha tenido su punto culminante esta tarde con el tradicional desfile de disfraces y el fin de fiesta en la Plaza de la Iglesia. Numerosos pequeños, acompañados de sus familias, han llenado de color y alegría las calles de la localidad, participando en un desfile repleto de música, juegos, caramelos y diversión, que ha finalizado con una merienda, la entrega de premios a los mejores disfraces y un animado bingo musical.

Las actividades de este sábado se iniciaron desde primeras horas con el pasacalles infantil que recorrió parte del centro urbano barreño cantando el repertorio de composiciones propio de esta fiesta. Posteriormente, tuvo lugar una oración en la parroquia de San Isidro Labrador, seguida de un desayuno y juegos en la Plaza de la Iglesia, además del entrañable acto de presentación ante la Virgen, Ntra. Sra. del Rosario, de los niños nacidos durante el último año.

Estas actividades se suman a la celebrada en la tarde de ayer, la habitual “gran pitada infantil”, que sirvió como anuncio y preludio de la fiesta. Una colorida comitiva de niños, niñas y familias recorrió también el centro del municipio entre música y cánticos, haciendo parada, como es costumbre, en la residencia de mayores San Ramón, donde compartieron saludos y caramelos con los residentes. 

Los actos de culto a Nuestra Señora del Rosario, en los que se enmarca el Día del Niño, continuarán mañana domingo, 5 de octubre, con la misa y la procesión de la imagen de la Virgen, que pondrá el broche final a la Novena celebrada en honor de la patrona.